Una mujer examina con alegría productos frescos.

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Afrontar los retos de la seguridad alimentaria y los riesgos del transporte

Nuestros expertos comparten sus conocimientos sobre la manipulación, el almacenamiento y el transporte de productos alimenticios, los retos que plantea mantener su seguridad e integridad, y cómo gestionar riesgos imprevistos.


Cuando se trata de alimentos frescos o congelados, los clientes exigen los mejores productos.

Con el aumento de las expectativas, las empresas se centran en gran medida en mantener una alta calidad alimentaria, desde el origen hasta el consumidor final. Una de las formas más eficaces de garantizar la seguridad alimentaria es reconocer los factores que amenazan la integridad de los productos alimenticios. Aprendamos más al respecto.

Desafíos para los productos perecederos


A la hora de gestionar la logística de productos perecederos, a menudo oímos decir que «la prevención es clave». ¿Por qué?

Con los productos perecederos, no se puede resolver el problema una vez que el daño ya está hecho. La exposición, aunque sea durante unos minutos, puede comprometer la calidad de los alimentos de forma irreparable y convertirse en una amenaza para la salud humana. Por lo tanto, los proveedores de logística que trabajan con productos perecederos deben anticiparse a los riesgos o posibles retos con antelación.


Garantizar la seguridad alimentaria es la principal preocupación del sector del transporte y la logística de productos perecederos en la actualidad. ¿Cuáles son los mayores retos a la hora de almacenar y entregar estos productos de forma segura?

1. Control de temperatura

Los diferentes tipos de productos perecederos deben conservarse a diferentes temperaturas para mantener su frescura y calidad. Si las temperaturas no se mantienen correctamente, existe un alto riesgo de que se produzcan efectos negativos. Por ejemplo, si los chocolates no se mantienen a una temperatura uniforme durante el transporte, se produce la «floración del azúcar», es decir, aparecen manchas blancas y pierden su textura suave. Del mismo modo, las bacterias pueden dañar los alimentos cuando las temperaturas fluctúan, lo que aumenta el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos o de deterioro.

2. Contaminación por olores

Algunos productos absorben muy rápidamente el olor de otros productos. La contaminación por olores no solo se refiere a los malos olores: por ejemplo, los pimientos tienen un aroma agradable, pero los clientes no querrían que sus frambuesas o fresas olieran a pimiento. Del mismo modo, tampoco querrían mezclar el olor de dos alimentos con aromas muy distintos, como las flores, el ajo o el pescado.

3. Contaminación cruzada

La contaminación cruzada se produce cuando las bacterias o los virus de un producto alimenticio se transfieren a otro debido al contacto directo o indirecto. Esto complica la gestión de la cadena de suministro de productos perecederos, ya que los proveedores logísticos no siempre pueden evitar transportar varios productos alimenticios juntos. Conocer los procesos de envasado adecuados y mantener los diferentes productos lo más separados posible es fundamental para mantener la calidad de los alimentos.

4. Limpieza del almacén y contaminación mecánica

Si no se mantiene la limpieza del almacén, los productos perecederos corren el riesgo de sufrir contaminación mecánica, química o bacteriana, ya que todo, desde partículas de vidrio hasta roedores o insectos, puede poner en peligro la seguridad de los alimentos.

5. Falta de conocimientos y/o tiempo.

Este es, con diferencia, el reto más ignorado, pero también el más acuciante para la seguridad alimentaria. A veces, las personas que manipulan los productos no conocen los detalles más sutiles de la gestión de los productos perecederos o carecen del tiempo necesario para aplicar prácticas de trabajo seguras, lo que aumenta el riesgo de deterioro o contaminación.


Mitigación experta de riesgos


¿Qué importancia tiene formar a las personas que manipulan productos perecederos? ¿En qué consiste esta formación?

La formación es uno de los aspectos más importantes de la gestión de productos perecederos. La mayoría de los retos que hemos comentado anteriormente son consecuencia de alguna laguna en los conocimientos o de la falta de tiempo para implementar los procesos adecuados. Los especialistas en productos perecederos deben comprender hasta el más mínimo detalle del transporte de artículos delicados.

La formación en logística de productos perecederos implica la capacitación del personal y la evaluación de todos los puntos críticos del trayecto, con el fin de proporcionar la máxima protección a las mercancías. La solidez de los procesos garantiza que haya tiempo para actuar con rapidez y eficacia. Por ejemplo, los procesos estandarizados, los procedimientos operativos estándar (SOP) y la certificación FreshChain de Kuehne+Nagel garantizan la seguridad y minimizan los riesgos para los productos perecederos.


¿Cómo aplicará un especialista en logística de productos perecederos sus conocimientos en la manipulación de estos productos?

Un especialista en logística con experiencia en productos perecederos conoce la temperatura y el embalaje necesarios para cada producto individual. En Kuehne+Nagel, por ejemplo, aplicamos nuestros conocimientos y experiencia en tres amplias áreas:

Mantener la temperatura

Almacenar diversos productos alimenticios a la temperatura adecuada y hacer todo lo posible por mantener esas temperaturas durante todo el transporte, desde el origen hasta el destino.

Comprobación de contaminación

Garantizar la limpieza en la manipulación, el almacenamiento y el transporte de productos perecederos, incluido el mantenimiento de almacenes y cámaras frigoríficas, la eliminación adecuada de residuos y el control de plagas.

Aconsejar al cliente que utilice el embalaje adecuado.

Proporcionar el tipo de embalaje adecuado para cada producto reduce el riesgo de variaciones excesivas de temperatura y contaminación.


¿Cómo ayudan a los clientes factores como la transparencia y la visibilidad? ¿Qué impacto tiene la comunicación fluida en su negocio?

El «qué, dónde, cuándo y cómo» son preguntas importantes para todos los que participan en la industria de los productos perecederos. Dado que siempre hay múltiples partes interesadas involucradas en la cadena de suministro, es esencial mantener a todos informados para que puedan hacer planes fácilmente. La capacidad de un cliente para supervisar y controlar el flujo de sus mercancías ayuda a aumentar la visibilidad y evitar la imprevisibilidad.

Nuestros equipos de logística no tienen control sobre las temperaturas dentro de un avión. En Kuehne+Nagel, nos comunicamos con los transportistas de forma proactiva para supervisar de cerca los envíos durante todo el trayecto. Esto nos ayuda a garantizar que los productos lleguen a nuestros clientes, y a los clientes de estos, con su calidad y propiedades intactas.